¿Qué es una gastroscopia y en qué consiste esta prueba médica?

Hoy te contamos qué es una gastroscopia, una prueba que permite a los médicos observar directamente el interior del estómago y el tracto digestivo superior. Este examen es clave para diagnosticar y tratar diversas afecciones gastrointestinales.
Así que si te interesa conocer en qué consiste la gastroscopia, aquí te vamos a explicar qué es, cuál es su proceso y su utilidad médica, para que puedas entender mejor cómo esta prueba puede contribuir a tu bienestar digestivo. Acompáñanos en esta exploración detallada que te brindará el conocimiento necesario para enfrentar este procedimiento con tranquilidad.
¿Qué es una gastroscopia y para qué se utiliza?
Una gastroscopia es un procedimiento médico que permite a los médicos examinar el interior del esófago, el estómago y el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Se realiza utilizando un endoscopio, que es un tubo delgado y flexible equipado con una cámara y una luz en su extremo.
La gastroscopia se utiliza para investigar síntomas como dolor abdominal persistente, náuseas, vómitos, dificultad para tragar, y sangrado gastrointestinal, proporcionando una visión clara de las posibles causas. Esta prueba médica ayuda a identificar problemáticas relacionadas con úlceras, gastritis, esofagitis o tumores.
Durante la gastroscopia, se pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para análisis de laboratorio, lo que ayuda a confirmar diagnósticos como infecciones por Helicobacter pylori o enfermedad celíaca.
Además de diagnóstico, la gastroscopia permite realizar ciertos tratamientos, como la eliminación de pólipos, dilatación de áreas estrechas (estenosis), y control de hemorragias. Por último, también es útil para seguir la evolución de enfermedades crónicas del sistema digestivo, asegurando que los tratamientos sean efectivos y ajustando las terapias según sea necesario.

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¿En qué consiste una gastroscopia y cómo se realiza?
Una gastroscopia generalmente dura entre 15 y 30 minutos. Sin embargo, el tiempo total que pasarás en el centro médico será más largo debido a la preparación previa y el tiempo de recuperación posterior al procedimiento.
1. Antes de la prueba, se te pedirá que ayunes durante varias horas para asegurar que el estómago esté vacío. Esto ayuda a obtener imágenes más claras y reduce el riesgo de complicaciones.
2. Sedación: Generalmente, se administra un sedante suave para ayudarte a relajarte durante el procedimiento. También se puede aplicar un anestésico local en la garganta para minimizar cualquier molestia.
3. Inserción del endoscopio: El médico introduce el endoscopio suavemente a través de la boca y lo guía hacia el esófago, el estómago y el duodeno. La cámara en el extremo del endoscopio transmite imágenes a un monitor, permitiendo al médico observar cualquier anomalía.
Después del procedimiento, pasarás un tiempo en una sala de recuperación mientras los efectos de la sedación desaparecen. Esto puede durar entre 30 minutos y una hora. En total, puedes esperar estar en el centro médico durante aproximadamente 1,5 a 2 horas.
Preparación ante una gastroscopia
Prepararse adecuadamente para una gastroscopia es crucial para asegurar que el procedimiento se realice de manera segura y efectiva. Los pasos más habituales en la preparación ante una gastroscopia son los siguientes:
- Generalmente, se te pedirá que no comas ni bebas nada durante al menos 6 a 8 horas antes del procedimiento. Esto es importante para que el estómago esté vacío, lo que permite obtener imágenes más claras y reduce el riesgo de aspiración.
- Informa a tu médico sobre todos los medicamentos que estás tomando. Es posible que necesites ajustar o suspender algunos medicamentos antes de la prueba, especialmente anticoagulantes o aspirina.
- Debido a que probablemente recibirás sedación durante la gastroscopia, es importante que alguien te acompañe para llevarte a casa después del procedimiento, ya que no podrás conducir ni operar maquinaria pesada.
- Sigue cualquier instrucción adicional que te proporcione tu médico o el centro donde se realizará la gastroscopia. Esto puede incluir la suspensión de ciertos alimentos o bebidas específicas.
- Viste ropa cómoda y holgada el día del procedimiento para facilitar el cambio y la comodidad durante la recuperación.
Siguiendo estas recomendaciones, puedes ayudar a asegurar que la gastroscopia se realice sin problemas y con el menor riesgo posible. Siempre es importante seguir las instrucciones específicas de tu médico, ya que pueden variar según tu situación personal.
Síntomas que pueden aparecer tras la gastroscopia
Después de una gastroscopia, es común experimentar algunos síntomas leves y temporales debido al procedimiento y la sedación. Algunos de los más comunes son los siguientes:
- Dolor de garganta: Es frecuente sentir irritación o dolor leve en la garganta debido al paso del endoscopio. Esto suele desaparecer en uno o dos días.
- Sensación de hinchazón o gases: Durante el procedimiento, se introduce aire en el estómago para obtener una mejor visualización, lo que puede causar una sensación de hinchazón o gases después.
- Somnolencia o fatiga: La sedación utilizada durante la gastroscopia puede dejarte somnoliento o cansado por el resto del día. Es importante descansar y evitar actividades que requieran concentración, como conducir.
- Náuseas leves: Algunas personas pueden experimentar náuseas leves debido a la sedación o al procedimiento en sí.
- Sensación de plenitud: Puedes sentirte lleno o tener una ligera molestia abdominal, que generalmente desaparece rápidamente.
Estos síntomas suelen ser leves y desaparecen en un corto período de tiempo. Sin embargo, si experimentas síntomas más graves como fiebre, dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, o dificultad para respirar, es importante contactar a tu médico de inmediato, ya que podrían ser signos de complicaciones poco comunes.
Diferencias entre gastroscopia y endoscopia
La gastroscopia y la endoscopia son términos que a menudo se utilizan en el ámbito médico, pero tienen diferencias específicas en cuanto a su alcance y propósito. Es decir, la endoscopia es un término general que se refiere a cualquier procedimiento que utiliza un endoscopio para visualizar el interior del cuerpo y puede aplicarse a diferentes partes del cuerpo, como el tracto digestivo, las vías respiratorias, el tracto urinario, entre otros. Por otro lado, como ya hemos explicado la gastroscopia es un tipo específico de endoscopia que se centra en el examen del tracto digestivo superior, específicamente el esófago, el estómago y el duodeno.
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En conclusión, la gastroscopia es una herramienta invaluable en el diagnóstico y tratamiento de problemas digestivos, ayudando a detectar afecciones de manera temprana y precisa. Seguir las instrucciones médicas antes y después del procedimiento es fundamental para garantizar la efectividad y seguridad de la prueba.